La inteligencia artificial un nuevo mundo lleno de oportunidades por descubrir


Escrito por: Iván Alexis Pérez Herrera.
Abogado UNICIENCIA.
Tecnología deporte, Tecnología Gestión Empresarial.
Diseñador Industrial UIS.
Especialista Responsabilidad Daño Resarcible Externado.


Por estos días nos bombardea la maquinaria informativa de los medios de comunicación en lo relativo a la inteligencia artificial (IA), y son fragmentos noticiosos que traen más preguntas que respuestas, que generan más confusión que claridad y hacen que en todas las esquinas se comenten verdades a medias, que crezcan rumores y se alimenten miedos, en buena parte infundados, respecto de esta nueva revolución tecnológica, puede ser una oportunidad que nos cambie la vida o el final la estabilidad económica que hemos construido a lo largo del tiempo.

Desde mediados del siglo XX, la ciencia ficción nos proveyó de gran cantidad de visiones apocalípticas en las que las máquinas dominarían el mundo, películas como Matrix o Terminator nos enseñaron a temerle al futuro, mientras cómics y dibujos animados, los Supersónicos iluminaron el camino de los niños en el internet y el machine learning .

La tecnología está cambiando a velocidad los acontecimientos; muchos recordamos, sobre todo las personas que como yo, ya superamos los 30 años, la imagen de ASIMO, el robot que presentó la automotriz HONDA en el año 2000, y hoy sigue sin haber representado un gran cambio en la historia de la humanidad; los más jóvenes recordarán que en Ginebra en el 2018, la androide SOPHÍA, en su debut, de la CUMBRE GLOBAL DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL DE LA UNIÓN NACIONAL DE TELECOMUNICACIONES, y a pesar de responder como una chica lista, sigue luciendo aún hoy lejana de nuestra cotidianidad: por ello no sorprende, que muchos miren en ocasiones los titulares de prensa que anuncian la revolución de la IA y piensen que se trata de un asunto experimental y lejano, de algo que no tocará sus vidas, nada más cercano de la realidad.

La IA, está en nuestras vidas un poco como el COVID, sin que nadie lo note, no nos dimos cuenta: cuando los motores de búsqueda de internet se incorporaron y así pudiéramos encontrar más rápidamente lo que estábamos buscando, cuando las redes sociales comenzaron a emparejarnos con personas de nuestros mismos gustos y a sugerirnos contenidos, tal vez se hizo un poco más notable con la moda mostrándonos con cada ventana que abrimos; no es distinto el panorama de otras aplicaciones; que nos ayudan a ubicarnos en el mundo, buscar la pareja, trabajo, arrendamiento, un viaje un taxi, en fin, lo que imaginemos. Sin embargo, hasta ahí la IA seguía siendo un concepto ajeno en poder de grandes plataformas y programadores.

En el mundo, tiene aplicaciones prácticas y consecuencias inmediatas con el desarrollo de la inteligencia artificial, qué empresas sólidas y estables como IBM han anunciado el despido de 5000 trabajadores y BRITISH TELECOM ha informado que suprimirá 55,000 puestos de trabajo antes del final de la década de los cuales 11,000 serán sustituidos por tecnologías como la IA según lo informa el confidencial.com, y no solo esto, también el portal de cnn.com, en su apartado de negocios refiere que algunos de los nombres más grandes de la tecnología, liderados por ELON MUSK profesores e investigadores firmaron una carta que fue publicada por FUTURE OF LIFE INSTITUTE, donde pedían que se frenara el avance de la inteligencia artificial hasta que esta no fuera reglamentada.

Suena paradójico y hasta sospechoso que las empresas que más han invertido en el avance de la IA soliciten se detenga su progreso, recién a meses de que otra empresa tecnológica pusiera en manos del público una versión de prueba gratuita de una herramienta basada en un sistema de lenguaje natural de aprendizaje automático que le está cambiando la vida a muchas personas llamada CHAT GPT, y que fue la primera de muchas, hoy son cientos de herramientas que facilitan la más variada cantidad de actividades de la vida cotidiana, que van desde el retocar una foto, crear una canción, redecorar tu cuarto, construir un edificio, hacer una presentación con diapositivas, una investigación científica, un ensayo, un video, una carta de amor, un gráfico estadístico, una investigación de comportamiento sociodemográfico, por citar solo algunas de las miles de aplicaciones y utilidades que se le pueden dar a esta tecnología.

Esta situación está generando una serie de impactos en el mundo entero, que pronto se sentirán y de hecho se están sintiendo en nuestro medio. Consultaba esta semana el portal de empleo de un banco, y resulta que contrario a lo que pudiera pensarse, no se solicitaba las hojas de vida de personas que cumplieran con perfil del cargo de cajero o de auxiliar de servicio al cliente, al contrario, se buscaban community managers, analistas de Big data, y expertos en aplicaciones e inteligencia artificial. Y este es un caso real de Colombia, que prueba que los trabajos tradicionales comienzan a desaparecer.

El mundo del Derecho no es la excepción, hay modelos basados en IA para la búsqueda de precedentes judiciales, de doctrina, composición y redacción de textos jurídicos; un profesional que se haya interesado por aprender el manejo de las herramientas puede entregar productos que con su solo talento le habrían tardado el doble o el triple del tiempo.

Debemos preguntarnos ¿qué significa esto? Que en la visión del empleador es preferible pagar el doble por un funcionario que haga la transición hacia estas nuevas tecnologías, qué disponer de espacios y medios de trabajo para sostener tres empleados convencionales. Así pues, es el momento de comenzar a involucrarnos y de entender que, así como los alemanes se reeducan para el trabajo nuevamente cada 5 años, es el momento de reeducarnos porque los empleos como los conocemos tienden a transformarse o desaparecer.

Para entender el concepto es importante tener presente que la inteligencia es, en sí misma un atributo hasta ahora exclusivo de los seres humanos, sin embargo, las grandes capacidades de procesamiento de información de las máquinas, han permitido crear modelos de aprendizaje automatizado, donde los sistemas a partir de grandes cantidades de datos, pueden de alguna manera comprender la estructura lógica inmersa dentro de determinados procesos. Los programas capaces de desarrollar estas tareas, inicialmente requerían de conocimientos en sistemas y programación; se requería de un ingeniero informático con profundo conocimiento matemático, pero hoy los modelos de lenguaje automatizado basados en el lenguaje natural, permiten que personas comunes y corrientes de diversas profesiones y niveles culturales con el entrenamiento apropiado en saberes simples y sencillos como la gramática, la lógica y la argumentación, podamos acceder a las llaves del tesoro del conocimiento y hacer nuestros sueños realidad. Un poco como la vida misma, que está dispuesta a darnos lo que le pidamos, siempre y cuando sepamos cómo solicitarlo. La materialización del bíblico concepto “pedid y se os dará” (Mateo 7.7).

El panorama ha cambiado bastante, porque desde la invención de las computadoras, ha existido una obsesión incesante por aumentar su alcance, hacerlas más accesibles y conseguir que su programación sea cada vez más intuitiva. Las investigaciones del comportamiento humano hechas por las empresas de informática han permitido que cada vez que compramos un nuevo dispositivo, aprendamos su funcionamiento sin leer manual alguno; sencillamente porque cada cosa está dispuesta en el lugar donde de acuerdo a nuestra manera natural de ver el mundo debería encontrarse. Siguiendo esta misma lógica, nacen los modelos de lenguaje basados en el lenguaje natural, que obvian la necesidad de conocer de programación convencional de sistemas informáticos, y apoyados en tus conocimientos de lo que quieres y de la gramática te puedan permitir obtener resultados de la máquina, propios de profesionales de las industrias del conocimiento.

Sin embargo esto no es un credo apocalíptico, precisamente la interacción con las herramientas de lenguaje natural, pueden hacer de un abogado, publicista, economista, gastrónomo, cantante matemático, en fin lo importante es aprender a aclarar nuestra mente, un poco como en la vida de pareja, aprender el arte de comunicarnos diciendo de manera clara y simple pero precisa qué queremos, dando todas las instrucciones que permitan que quien nos escucha, pueda satisfacer nuestros deseos, con el mínimo margen de error; ésta nueva habilidad, ya está elevada al nivel de profesión y se conoce como ingeniería de prompts.

Ahora bien, ¿Si cualquiera puede ser un profesional de otro saber, para que estudiamos? Es una gran pregunta que por ahora tiene su justificación en el hecho de que la IA aún, como nosotros es falible. La capacidad creativa de las herramientas de IA, hace que compongan respuestas; con dosis de fantasía, que se aparten de la verdad, que contengan imprecisiones, situaciones imperdonables en el ámbito profesional y técnico, errores que solamente podrá advertir un profesional idóneo, con una sólida formación académica y una diligente curiosidad, que explore las respuestas entregadas por la tecnología y desde su experiencia las haga mejores.

Estamos pues al borde del abismo, tenemos solamente Dos caminos, precipitarnos y caer o abrir nuestras alas y volar, seguir estudiando, entrenarnos en el manejo de estos nuevos recursos y asumirlo como una aventura, e ir adelante llevando el estandarte de la innovación en esta nueva revolución de la industria del conocimiento.


 

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