- Boletin 30
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Manejo del orden público nacional
Escrito por: Jesús Yesid Cáceres Méndez.
Contador Público de UNICIENCIA.
Profesional. Gestión Empresarial UIS.
Especialista en Finanzas UNAB.
MBA Dirección de Empresas UNIR.
En la actualidad el país está atravesando uno de sus peores momentos en cuanto al manejo del tema de orden público; debido a la política pública establecida por el gobierno nacional, semanalmente realizan marchas los diferentes sectores del país en protesta de las reformas promovidas por la administración nacional y también al incumplimiento de las propuestas realizadas en la campaña electoral, esto conlleva a que el pueblo este inconforme y por consiguiente salgan a protestar, alterando de esta forma el orden público de las principales ciudades, carreteras y actividades productivas de la nación.
Es importante que el gobierno central y departamentales, tomen cartas en el asunto lo más pronto posible, con el fin de evitar que el tema pase a mayores. Es importante que el presidente como cabeza principal del gobierno, actúe y tome decisiones importantes con base a las necesidades o peticiones del pueblo que representa, de este modo la población en general se sentirá bien representada y tenida en cuenta en las decisiones por parte del estado.
Algunos de los más importantes principios en cuanto al manejo del orden público están detallados en el libro sagrado, los cuales se puede leer en proverbios 29 versículos número 4 y 14, “El rey o gobernante que hace justicia da seguridad al país; el que solo cobra impuestos lleva el país a la ruina” y “El gobernante afirma su reinado cuando gobierna bien a los pobres”. Estos dos principios son claves para mantener el orden y la paz en el país, en la medida que las autoridades nacionales y estatales ejercen sus atribuciones propias con una buena administración, asimismo, las personas puedan ejercer pacíficamente sus derechos y libertades en un contexto de consenso social, con esto se podrá ver el verdadero cambio como lo expresa el lema del gobierno actual.
Y es que el egoísmo y la envidia de algunos gobernantes y pequeños grupos políticos que no dominan sus deseos de poder, donde quieren tenerlo todo bajo su control y cuando no lo pueden conseguir, son capaces hasta de pelear, matar y promover la guerra, alterando el orden público nacional con el fin de conseguir sus objetivos individuales o intereses particulares sobre el general.
Además, el pueblo está siempre alegre cuando los buenos gobiernan y cuando el país esta en un caos o desorden público total es una especie de termómetro que mide la inconformidad social, siendo esto el fiel reflejo de las falencias o mala administración, es bien sabido que en el territorio nacional existe el derecho a la protesta pacifica y libre expresión, consagrado en el artículo 37 de la constitución política de Colombia se expresa “Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. Sólo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el ejercicio de este derecho”. El Estado y sus representantes deben entender que cuando las manifestaciones son tan reiterativas como sucede actualmente es porque una gran parte de la población está inconforme y no son simples caprichos del pueblo.
Finalmente, se deben crear algunos espacios de concertación nacional o proponer vías de comunicación más directas y abiertas tanto con el gobierno y las autoridades nacionales, para dialogar y exponer las diversas necesidades de las personas o sectores afectados por las políticas públicas nacionales, con el fin de llegar a un consenso o acuerdo social con la población en general y evitar las posibles manifestaciones de protestas violentas por parte del pueblo.