Hablar de los retos del mundo actual es demasiado amplio y demasiado etéreo, porque depende de la visión y el entorno en que se desenvuelva cada quien. Lo cierto es que estamos llamados a concentrarnos en el ámbito del conocimiento, de una gran disciplina de estudio, de mantenernos en la búsqueda del saber, y compartir los resultados de nuestros estudios. Con la adopción en Colombia de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF); y de paso de las Normas de Aseguramiento de la Información (NAIS) y de las Normas Internacionales de Auditoría (NIAS); se ha abierto un gran campo de estudio y desarrollo personal y laboral, pero también posibilidades laborales internacionales, dada la aceptación global y uso de dichas normas. No basta la mera formación técnica e intelectual, se necesita un profesional que ante todo sea un ciudadano cabal, entendido esto como una persona con valores; y ahí se encuentra la mayor dificultad, ¿Cuáles son los valores que deben predominar en un profesional de la contaduría pública? ¿Cómo se forman dichos valores desde la academia? Se debe llegar a un gran consenso sobre este tema, propendiendo por una formación integral del nuevo profesional.

Recordemos que el profesional en contaduría pública es quien da fe pública sobre los hechos contables y fiscales de un ente económico obligado a llevar contabilidad. ¿Qué tan confiable son nuestros egresados? ¿Tiene valor su palabra? ¿UNICIENCIA es reconocida por la probidad de sus egresados? Ante la constante pérdida de valores debemos ejercer la profesión con dignidad, ética, honestidad y honor, esto redundará en beneficio y reconocimiento no solo a nosotros mismos, sino a nuestra universidad.

La obligación que debemos asumir como egresados es representar dignamente a nuestra universidad, abriendo así campo laboral a los nuevos egresados; esto se logrará con la excelencia de nuestro trabajo, dando lustre y reconocimiento a nuestra alma mater, donde el nombre de UNICIENCIA en una tarjeta profesional sea aval de excelencia técnica, profesional y personal.

La relación entre los egresados y la universidad debe ser de permanente retroalimentación en un gana-gana mutuo. La universidad debe conocer la realidad empresarial y no simplemente teorizar acerca del campo futuro de desempeño laboral de sus estudiantes; y los egresados debemos acudir a la academia para actualizar y reforzar nuestros conocimientos. Ahí necesitamos una relación viva de permanente interactuar mutuo, siendo críticos entre la formación recibida y su aplicabilidad en nuestro diario vivir laboral.

¿Qué esperaría de la universidad? Ante todo, que se propenda por su acreditación de alta calidad (esto engloba multitud de temas de calidad y excelencia).

¿Qué debería la universidad esperar de sus egresados? Que la representen dignamente y con orgullo Uniciencista.

¿Qué esperaría yo desde mi puesto de trabajo? (Soy auditor tributario de la DIAN) Nunca tener motivo de glosar y sancionar el trabajo de un Contador Público Uniciencista