Es evidente que las personas que integramos la sociedad actual, estamos inconformes con la forma, comportamiento y trato dado al mundo que habitamos y su composición natural. Se ha pasado de una perspectiva sensata, primigenia de la articulación armónica con el todo, a una idea de cosificación, apropiación y dominación que señala el caos y desorden y es de eso de lo que debemos preocuparnos cuando nos educamos. No es evidente esta situación, hasta que cae el velo sobre lo que se define como “desarrollo” y de las acepciones construidas sobre los juicios de valor sociales artificiales, positivistas contemporáneos. Ante tal situación, surge otro punto de vista, que señala en la inmensa babel de la vida actual ideas de transformación, cambio, evolución y trascendencia como sentido esencial de la vida. Desde esta idea, oxigena saber que existimos seres humanos que creemos que otro mundo es posible y solo de pensar en esa idea ya lo estamos cambiando. La expresión “hasta el aleteo de una mariposa afecta el universo”, es real, dadas las conexiones vitales, naturales, esenciales que existen entre seres. Ahora es el llamado para aquellos que tenemos la fortuna de pasar por un centro educativo.

Assmann (2002) “Los procesos cognitivos y vitales descubren su lugar de encuentro, marcado desde siempre, en el centro de lo que es la vida, como proceso de autoorganización, desde el plano biofísico hasta el de los ámbitos sociales; la vida quiere seguir siendo vida —la vida que se "gusta " y que se ama— y anhela ampliarse en más vida. La producción y reproducción biológica y social de la vida no se deja encuadrar en esquemas econométricos, porque los seres vivos entrelazan necesidades y deseos de un modo mucho más complejo. Ambos forman un tema unificado”. (p. 27).

De esta manera, cada momento de nuestra vida estará visto desde un sendero que involucra cambios, vida; inmersa en algunas situaciones que marcaron la vida de quienes pretendemos saborearla desde sus diferentes escenarios, ahora desde otro sentido, tal como lo expresa Mercedes Sosa “Uno retorna siempre realmente al lugar donde posiblemente ha sido feliz, donde transcurrió la niñez, la adolescencia, donde los sueños parecieran que están intactos pero “el amor es simple” dice el poeta y a las cosas simples las devora el tiempo; espero que no siempre sea así."”. Los invito a disfrutar de la vida cuidando la vida de los demás, eso es educación.

Referencia:

Assmann Hugo. (2002). Placer y ternura en la educación: Hacia una sociedad de aprendiente. Ediciones Narcea. Madrid, España.