- Boletín 19
- Visto: 1489
Democracia y justicia en tiempos de pandemia
Escrito por: Ángela Cecilia Rodríguez Rueda.
Magister en Derecho con énfasis en Derecho Administrativo.
Especialista en Derecho Constitucional.
Abogada Cum Laude – USTA
Ex docente Uniciencista
No se había proyectado un virus que afectara tanto a nivel mundial la estabilidad y la forma de ver la democracia conocida hasta inicios del 2020. Si bien es cierto, se estaba acostumbrado a ver la realización de manifestaciones por parte de los ciudadanos en las calles por las inconformidades hacia las medidas gubernamentales del momento, así como, acceder a la administración de justicia de manera presencial. Con la llegada de la pandemia estos derechos se han visto restringidos con el fin de proteger la salud pública.
Ahora bien, la ética es una responsabilidad objetiva que busca el vivir bien de una sociedad, cosa que el gobierno ha tratado de manejar con la reflexión de los cuidados en bioseguridad, así como, la sugerencia del distanciamiento social, lo que ha restringido sin duda la libre movilidad y ciertos derechos fundamentales.
En este sentido, se hace posible entender las decisiones que se han tomado por parte del Gobierno Nacional, Departamental y Municipal, y en general, el Estado en sus tres poderes en cuanto a la circulación de determinadas personas que prestan servicios esenciales como salud, y los que se contemplan como bienes de primera necesidad. Es acá donde se permite la pregunta: ¿Es la administración de justicia un bien de primera necesidad? La respuesta es sí, los argumentos de esta afirmación se enunciarán a continuación.
La justicia es el último guardián de las promesas que los hombres y la sociedad se hacen así mismos, es acá donde la ética de la función pública, es común para los tres poderes del Estado, y forma parte del campo de la ética política. Por ello, en la actualidad y desde que comenzó la emergencia sanitaria, la administración de justicia ha sido diligente en su función, ya que no ha dejado su tarea ni en los primeros días de aislamiento, pues como es sabido, todos los jueces de la república colombiana han ejercido como jueces constitucionales gracias a la implementación de la virtualidad, solo que con los días se ha ido regulando todo su andamiaje.
Esto ha permitido el desarrollo democrático, que, sin duda, ha estado de la mano con la ética, la cual busca el buen vivir de la sociedad, pues la justicia tiene el proyecto definitorio de la democracia, lo cual permite decir: que es una tarea de nunca acabar. El juez es el encargado de velar por el cuidado de los límites de la acción privada y pública, es por ello que se debe resaltar que el sistema judicial impone los límites concretos que una sociedad está dispuesta a tolerar.
Para finalizar, el gobierno ha implementado los servicios indispensables suficientes para garantizar el derecho a la tutela judicial efectiva y con ella salvaguardar la democracia, pues a la fecha la justicia en Colombia está funcionando de una manera más efectiva y eficaz gracias a la implementación de las TIC, con esto se ha generado de nuevo la confianza ciudadana, y como es sabido, sin justicia no hay democracia ni pacífica convivencia, y una buena convivencia es generada por una buena ética de la función pública.